Una de las modas actuales en el mundo fitness es el entrenamiento funcional, un tipo de entrenamiento fundamentado en la biomecánica natural del cuerpo humano, que se compone de movimientos complejos y multi-articulares que trabajan las zonas superiores, inferiores y centrales (core) del cuerpo en cada ejercicio y durante sesiones cortas de 30-45 minutos.

Por contemplar movimientos que involucran gran mayoría del cuerpo, el gasto calórico y el agotamiento cardiovascular es mayor, por eso no se debe practicar por más de 60 minutos. No importa si vas al gimnasio en Bogotá o en otras ciudades o si entrenas en un parque, puedes adaptar esta moda fitness a tu vida.

Esta clase busca ejercitar a cada practicante de manera global, trabajando áreas del cuerpo que garantizan un mejor funcionamiento, así como un mayor rendimiento físico al fortalecer de manera proporcional el equilibrio, la coordinación, la percepción del espacio y una estimulación muscular más general.

Aunque comúnmente se le refiere como un conjunto de ejercicios funcionales de movimientos cotidianos, es mucho más que eso. El entrenamiento funcional de ejercicios se basa en la preparación del cuerpo de manera integral para mejorar la capacidad de reacción y desempeñarse de la manera más óptima en cualquier situación, incluyendo cualquier entorno deportivo y siempre teniendo en cuenta las características físicas, zonas fuertes del cuerpo, objetivos y estilo de vida.

Entre los beneficios esta modalidad de entrenamiento, encuentras:

– Mejoría de la movilidad corporal fortaleciendo los músculos y las articulaciones.

– Trabaja músculos secundarios y adyacentes que normalmente no se entrenan en rutinas convencionales con máquinas.

– Mejor rendimiento cardiovascular.

– Ayuda a mantener la masa muscular

– Mejores habilidades motrices como agilidad, coordinación y equilibrio.

– Un mayor gasto calórico, lo que favorece a la disminución de grasa. Esto se da porque utiliza grandes zonas del cuerpo por medio de movimientos.

– Al utilizar ejercicios de rotación en la zona media y core, brinda mejor postura corporal y fuerza abdominal.

– Al utilizar distintos objetos y movimientos, hace que el entrenamiento sea lúdico y divertido. También se puede realizar en grupo, favoreciendo así la integración entre los participantes y mejores habilidades de socialización.

Sin embargo, hay que tener presente un par de puntos que pueden ser desfavorables a la hora de practicar el entrenamiento funcional.

Como la actividad física es mayor que en el entrenamiento convencional por la complejidad de los movimientos y la cantidad de músculos del cuerpo involucrados, el desgaste es mucho mayor. Por este motivo, el riesgo de lesión es mayor, ya que es muy fácil involucrar músculos y zonas del cuerpo que no deberías.

Otro punto a considerar es la contracción muscular, pues con el entrenamiento funcional es mucho menor debido a que la tensión la aguantan varias partes del grupo muscular en lugar de un área específica. Por ello, el crecimiento no será tan rápido en una determinada zona como lo es con los entrenamientos más convencionales de musculación con máquinas.